Ante todo quisiera comenzar
aclarando que la información que escribo a continuación no tiene absolutamente
ninguna relación con el Feng Shui, disciplina de la cual no soy experto ni
mucho menos sea mi especialidad. Quienes deseen información relativa al Feng
Shui deben acudir a una persona experta y calificada en el mismo.
Si bien el Feng Shui, por lo que
he podido observar, aprovecha y utiliza también la energía de los Animales de
Poder y la canaliza dentro del hogar y la propia vida de determinada manera, la
información que compartiré con ustedes proviene del conocimiento de la energía
de los Animales y Aliados de Poder del Chamanismo, y de la Magia Natural.
Dentro de la Magia Natural, de la
cual el Chamanismo forma parte, existe el conocimiento de las energías aliadas
(o enemigas) de determinados animales, a las cuales los occidentales hemos
denominado “Aliados de Poder”. Básicamente consiste en sintonizarnos con el
espíritu de determinados animales, para que la energía asociada a éstos fluya
en nuestras vidas y ejerza cambios o beneficios aprovechables en la misma de
manera específica. Asimismo, el espíritu del animal se convierte en nuestro
compañero, guía y protector, bien sea durante períodos de tiempo largos de
nuestra vida, breves espacios de tiempo, o la totalidad de la misma si fuere el
caso.
Cuando tenemos un Aliado de
Poder, tradicionalmente se enseña que uno jamás debe maltratar, dañar ni mucho
menos matar a aquel animal con quien uno se ha aliado. Si mi Aliado de Poder es
por ejemplo el Conejo, se presupone que nunca deberé maltratar ni dañar a
ningún conejo en mi vida, y deberé tratarlos por el contrario con respeto, pues
su espíritu es un Aliado en mi vida, un compañero y una ayuda para la misma.
Con el tiempo, puede que un aliado salga de nuestra vida y tengamos otro,
o que tengamos más de uno…pero eso es ya otro tema.
El espíritu de cada animal está
cargado de una serie de cualidades y características específicas, las cuales
podemos aprovechar en nuestras vidas de diferente manera.
El Animal de Poder del cual nos
ocuparemos en este post es el Camello.
¿Y por qué el camello?
Para nadie es un secreto que,
quienes vivimos en Venezuela, nos encontramos ante una situación de escasez
fuerte, tanto de alimentos, medicinas, muchos productos necesarios e
importantes, y servicios. Y la energía del camello como Animal de Poder nos
puede ayudar a desenvolvernos en este ambiente de escasez, mientras logramos
solucionar la situación de alguna manera.
Aunque escribo estas líneas
pensando primeramente en el problema local de escasez de mis coterráneos, es
igualmente válido para todas aquellas personas que independientemente de su
nacionalidad o ubicación geográfica deban desenvolverse dentro de ambientes de
escasez, pocos recursos, o etapas del año en las que haya escasez de los
mismos.
Pero comencemos hablando un poco
acerca del camello.
La energía que proyecta el camello
puede decirse que es de tipo capricorniana: inspira respeto, sobriedad en su
porte, y altivez en su carácter. A menos que el camello haya tenido la
desgracia de nacer entre un grupo de bestias humanas que le hayan quebrado el
espíritu a punta de golpes, látigo y heridas, el camello es por naturaleza una
criatura de carácter altivo, que exige respeto, que cuando dice “no”, es “no; y que cuando se siente maltratado o
irrespetado de alguna manera, o se le trata de forzar a algo que no quiere,
responderá escupiéndole (literalmente) a su jinete o amo, o pateándolo de manera similar a un
caballo. Esta misma fuerza en su carácter junto con su perseverancia es
precisamente una de las cualidades que le permite llegar lejos en condiciones
muy adversas, y esa confianza en el propio instinto por encima de los caprichos
del jinete. Eso en cuanto a su carácter arquetípico, que como he mencionado le
encuentro bastante capricorniano.
Ahora, en cuanto a sus
características físicas, el elemento distintivo del camello es evidentemente su
joroba, la cual le diferencia de los demás animales y le hace reconocible hasta
para un niño que apenas aprende a leer. Esta joroba es en realidad un depósito
de grasa, una suerte de despensa que el camello lleva en su cuerpo, y de la
cual obtiene agua para subsistir durante muchos días por oxidación de la misma.
Así, un camello con una buena reserva en su joroba puede perfectamente
subsistir 17 días sin tomar agua y sin tomar alimento, pues utilizará la
reserva de grasa de su joroba para nutrir su cuerpo, obtener energía para la
marcha a través del sol del desierto sin vegetación qué comer, y vivir hasta
llegar al próximo oasis en el camino, donde comerá y beberá agua en cantidades
exageradas para reponer las reservas de su joroba para poder continuar el viaje.
Posee además una doble fila de
pestañas, las cuales protegen sus ojos de los vientos cargados de arena, polvo
y salitre del desierto, y es además capaz de cerrar sus fosas nasales a
voluntad, para sobrevivir a las tormentas de arena en el desierto. Su oído a su
vez es sumamente fino, y puede escuchar el sonido lejano del viento, sabiendo
así en qué dirección exactamente se aproxima una tormenta de arena, y negarse a
avanzar en esa dirección a pesar de los caprichos e insistencia de un amo
inexperto, que no entienda aún que el camello le está salvando de una tormenta
del desierto.
A nivel esotérico, estas cualidades
del camello representan la capacidad de ver, oír y oler con total perfección
sin ser distraídos por el entorno, y de poder percibir lo que está más allá de
la vista humana.
Así pues, cuando nos vinculamos a
la energía del camello como Animal de Poder, éste nos ayuda a desarrollar la
clarividencia y clariaudiencia, y su espíritu nos ayuda a permanecer centrados
ante cualquier circunstancia, así como a desarrollar la confianza plena en
nuestras percepciones, intuiciones y sexto sentido y en el camino que éstos nos
señalan, a pesar que otras personas quieran obligarnos a seguir una ruta
diferente.
A su vez, la energía del camello
nos ayuda a sacar el máximo provecho a los recursos con los que contemos, y a
rendirlos al máximo hasta alcanzar nuestro objetivo.
Tal vez por ello, el espíritu del
camello nos brinda la capacidad de seguir siendo positivos, aún en los momentos
más duros, difíciles o amargos. La filosofía del camello vendría siendo aquella
famosa frase que reza: “El vaso no está medio vacío, en realidad está lleno
hasta la mitad”.
La energía del camello ayuda a
alcanzar lo imposible, a lograr los objetivos cuando las condiciones adversas
puedan hacer parecer inalcanzables o utópicas las metas.
También es bueno añadir, que el
espíritu del camello propicia en nosotros actividades como los ayunos
voluntarios para eliminar toxinas o limpiar el cuerpo, así como la activación
de dietas o regímenes alimenticios especiales.
La sabiduría del camello enseña
que, permaneciendo positivo en las circunstancias más adversas, y centrado e
imperturbable a pesar de las dificultades, así como sacándole el máximo
provecho a los recursos disponibles, se puede lograr lo imposible o lo
aparentemente inalcanzable, y mantenerse en pie donde todos caen, se derrumban
o se rinden.
Podemos asociarnos con el
espíritu del camello de manera consciente, primeramente colocando imágenes de
éste en nuestro hogar, llevando en nuestro cuello un dije o tótem con la imagen
de un camello, y tratando a la imagen del camello como también al animal mismo
en persona con respeto, reverencia y gratitud.
Tradicionalmente, se considera
propicio tener una imagen del animal con el que se ha establecido alianza (En
este caso el camello) en un lugar sagrado o al menos especial de la casa, y
allí alimentarle con luz y energía (Velas y aromas, siempre teniendo en cuenta
que las velas nunca deben dejarse encendidas solas) así como pequeñas
cantidades de agua en una copita. Y meditar en el camello, establecer
conversación con su espíritu.
La Magia árabe pre-islámica (La
cultura árabe pre-islámica fue rica en Magia y conocimiento oculto aunque
muchas personas no lo crean, y esto aún sobrevive bajo la forma de tradiciones
folklóricas dentro de los pueblos árabes actuales) utiliza también la energía
del camello para atraer prosperidad a la casa. Para ello, existe en la
actualidad la tradición de colocar figuras de camellos, los cuales deben estar
ricamente decorados y cargados de oro, mercancías o especias. Estas figuras se
colocan cerca de la entrada de la casa y de las puertas de las habitaciones y/o
lugares de trabajo y donde se produce dinero. La condición es que las figuras
de los camellos deben mirar HACIA ADENTRO de la casa, como entrando a la misma
o entrando al espacio al que se coloquen. Nunca deben colocarse mirando hacia
afuera porque, según esta tradición mágica pre-islámica, la prosperidad se sale
de la casa. La otra condición es que, como se dijo, las figuras deben
representar no camellos silvestres, sino camellos ricamente decorados y con
cargas sobre sus lomos de oro, metales preciosos, mercancías o especias. Se
dice también que no debe haber uno solo, sino que deben colocarse varios y en
número impar, generalmente tres.
Espero esta pequeña información
les haya sido de utilidad a mis apreciados lectores. Cualquier duda al
respecto, pueden contactarme con confianza.