martes, 5 de enero de 2016

Sobre los "reyes" Magos y el día Internacional del Astrólogo



A propósito de la celebración del Día Internacional del Astrólogo hoy 6 de enero (fecha que se ha tomado por ser también el día tradicionalmente adjudicado a los tres astrólogos más populares, conocidos, e incluso adorados en el mundo occidental), haré a continuación una breve referencia a estos tres personajes, como símbolo del Conocimiento y la Sabiduría durante mucho tiempo Arcana y secreta.

Lo primero que he de observar con respecto a la figura de los tres Magos o los tres Astrólogos, es que de forma curiosa y por alguna razón que aún no llego a entender, en algún momento de la historia alguien les adjudicó también el título y el prefijo de “reyes”, y así quedó para la posteridad, siendo que Mateo (el único que hace mención a ellos en los textos bíblicos) habla de “varios magos de Oriente” en algunas traducciones, y “un grupo de astrólogos” en otras, pero en ningún momento se refiere a ellos como “reyes”. Si tiene usted alguna Biblia en su casa, puede revisar el capítulo 2 de Mateo en el nuevo testamento y verificar que en ningún momento se les adjudica realeza alguna. Tampoco se habla de su número, ni de sus nombres, ni de sus características físicas.




Me es difícil escribir estas líneas sin recordarme del para entonces subdirector del colegio en el cual cursé educación primaria y secundaria, el profesor Rafael  Parabacuto, quien desde que estaba yo en  tercer grado de primaria (al menos que yo recuerde) cada cierto tiempo entraba en el salón de clases, y con el permiso de la maestra de turno, conversaba muchas cosas interesantes al respecto, año tras año. De él fue de hecho la primera persona de la que supe que los tres Magos de la mitología cristiana no eran reyes. En sus palabras, de las que recuerdo vívidamente, nos dijo: “La biblia habla de un grupo de Magos… lo de ‘reyes’ no se sabe quién lo inventó ni cuándo se lo puso”. Comentario aparte, fueron muchos los detalles para aquél entonces curiosos y hasta sorprendentes  que aprendí en esas conversaciones que tenía con nosotros año tras año. En esas conversaciones aprendí que es falso que Jesús hubiese nacido el 24 de diciembre, que en esas fechas no hay pastores cuidando ovejas bajo los fuertes ventarrones, ventiscas y olas de frío que caracterizan Oriente Medio durante esas fechas, y que muchísimo menos las pastorean durante la noche (a menos que se hayan perdido). Aprendí también que la imagen de un Jesús sumamente delgado, raquítico y débil, con facciones romanas y piel blanca, y cabello liso y largo era con toda seguridad ficticia, y que Jesús debió haber sido por deducción lógica de piel morena y cabello oscuro ensortijado, como corresponde a los judíos de la época, y que su cabello debió haber sido corto, con un mechón largo sin recortar en la base de la nuca (algo similar a “la colita” que era popular dejarse en los 80’s y que momentánea y tímidamente resurgió por breve tiempo entre el 2009 y 2011. De hecho, recuerdo que el profesor Parabacuto bromeó al respecto cuando nos hablaba sobre esto diciendo: “Jesús estaba a la moda”, pues en aquel entonces, cuando estaba yo en 5to grado de primaria -1984 y 85- su uso estaba en pleno apogeo y todos solíamos esconderla bajo la camisa del uniforme escolar, para evitar que nos las cortaran o nos amonestaran en el colegio), y también, por deducción igualmente lógica, decía que su contextura debió haber sido robusta y musculosa. Al respecto nos dijo, luego de describirnos las torturas, golpes, latigazos, coronas de espinas, y demás tribulaciones a las cuales habría sido sometido, “¿¿ustedes creen que una figura raquítica y endeble habría soportado todo eso sin morir, y de paso habría tenido fuerzas para siquiera caminar, mucho menos cargando una cruz, durante un trayecto que sería equivalente a varias cuadras?? Una persona necesita ser de contextura muy robusta y musculosa para poder resistir todo eso”. Hablaba también  acerca de la forma en que tradicionalmente se supone que habría sido crucificado que no podía ser correcta y muchas cosas más. También de sus conversaciones aprendí que las representaciones clásicas en las que se representa a María y a Jose como una pareja de cuarentones con el recién nacido, es históricamente incorrecta. Nos enseñó que Jose, ciertamente tendría alrededor de cuarenta años, pues era un patriarca, y en aquél entonces entre los judíos un hombre, para ser patriarca, tenía que ser, además de una persona respetada, un hombre maduro, que ya hubiere pasado por un ciclo de ida que le confiriese un cúmulo de experiencias referenciales para la comunidad (y aparte, para ser patriarca evidentemente un hombre debía haber tenido ya varios hijos. De hecho entre los judíos de la época, un hombre de más de 20 años que no hubiera tomado esposa ni tuviera varios hijos ya, era muy mal visto por la comunidad, lo cual le restaba el respeto necesario para ser un patriarca, por lo que Jesús debió haber tenido al menos media docena de hermanos mayores por parte de su padre, de una o de varias esposas anteriores a María, que en aquella época era muy normal y cotidiano que las personas muriesen muy jóvenes, especialmente las mujeres en los partos), mientras que María al momento de casarse con Jose, debía tener alrededor de 13 años, pues era la edad en la que normalmente se desposaban las judías en aquel entonces. Del profesor Parabacuto  y sus conversaciones con nosotros tuve las primeras referencias de los “Caballo de Troya” de J.J. Benítez  que años después leí, y también recuerdo otro libro que mencionó llamado “Proyecto Jesús”, de la misma temática de los “Caballo de Troya” según nos contó, pero que nunca dí con ese libro, ni en aquellos años ni tampoco ahora.


Volviendo al tema de los Astrólogos de Oriente luego de este viaje al pasado a mi infancia y época escolar,  como mencionaba anteriormente, en el texto bíblico aparte de no conferírseles ningún título de realeza, tampoco se dice cuántos son, ni mucho menos como se llamen ni qué fisonomía hubiesen tenido (Quien tenga dudas al respecto, vuelvo y repito, puede revisar el capítulo 2 de Mateo de cabo a rabo, y revisarse los demás evangelios a ver si en algún lado se vuelve a nombrar a este grupo de Magos y Astrólogos, de cuantas biblias tenga a la mano) Mateo agrega, que este grupo de Astrólogos vinieron de Oriente siguiendo “su estrella”.

Tal como me enseñó el profesor Parabacuto en mi infancia, no se sabe a ciencia cierta quién ni en momento de la historia se le ocurrió adosarles la coletilla de “reyes”.  Sus apariencias físicas, nombres y número, sí se sabe que fueron inventados por un monje benedictino de llamado Beda en el siglo XIV. En los escritos de este monje, se les limita a un número de tres, se les otorgan los nombres bajo los cuales les conocemos popularmente en la actualidad, y se describe a Melchor como un anciano de cabello y barba blancos, a Gaspar como un hombre maduro (pero menor que Melchor) de barba rubia, y a Baltasar como un joven negro. Se asume que esta caracterización fue con la intención de asociar a los Astrólogos del mito con los tres continentes conocidos por el mundo occidental de la época (Europa, Asia y África), de forma tal de hacer ver que los Astrólogos habían llegado de los tres confines del mundo.

Yo, a manera personal, he especulado que la coletilla de “reyes” se les adosó en primer término para hacer ver que la realeza  y los gobernantes del mundo conocido habían ido a adorar al recién nacido, y también como una forma de minimizar o anular su condición de Magos y Astrólogos, dado que estos cuerpos de conocimiento son severamente amonestados en los evangelios clásicos (de hecho, hoy día popularmente se ha logrado restarle valor, y a veces hasta omitir, el título de Magos, y mencionar sólo la atribución de reyes) .

Algunas amistades con las que he conversado al respecto, han especulado también que este vendría siendo el título de Magus Rex, el título del Alto Sacerdocio (El equivalente a un Sumo Sacerdote) dentro de la religión de Zoroastro, en la antigua Persia. Los Magus Rex eran la jerarquía más alta dentro del sacerdocio del Zoroastrismo, guardianes de la Sabiduría y el conocimiento oculto, de la Magia y la Astrología.

De hecho, es algo bastante aceptado que “los tres” Magos, habrían sido practicantes del Zoroastrismo, y habrían llegado a Judea desde Persia o Babilonia.


Otras amistades ven este asunto de los Magos como una analogía con una búsqueda interior de carácter iniciático. Para ellos, el mito de “los tres” Magos, vendría representando el encuentro con la estrella de la Sabiduría, y seguirla hasta llegar al propio renacimiento en el cual el adepto se transforma en un ser totalmente nuevo, guardando silencio y manteniendo el secreto en el camino (tal como los Magos habrían  guardado el secreto de la ubicación del recién nacido ante Herodes)

Estas tres figuras míticas e icónicas en Occidente, Magos, Astrólogos y provenientes de la cuna de la Astrología occidental (Babilonia), y la popularidad hemisférica de la que gozan, es la que da razón de ser a la celebración del Día Internacional del Astrólogo en este día en particular, como una forma de recordar la gran figura y prominencia que ha tenido la Astrología desde los albores mismos de la civilización humana, en casi todas las culturas importantes del planeta. Prácticamente todas las culturas han observado hacia los cielos y estudiado el movimiento de los astros y su influencia en la vida humana, en los acontecimientos sociales, y en los eventos naturales. Y así, paralela (y me atrevería a decir que simultáneamente) se desarrolló, aparte de la Astrología babilónica que posteriormente sería tomada y perfeccionada por la cultura grecorromana y evolucionado hasta la Astrología moderna occidental, la Astrología China por las culturas del lejano Oriente e Indonesia, la Astrología Árabe, La Astrología Védica en la civilización India, sin olvidar tampoco los sistemas astrológicos que se desarrollaron en las civilizaciones americanas autóctonas, los más destacados y perfeccionados la Astrología Maya y la Astrología Azteca.


Y, dentro del mundo del Ocultismo, la Magia y los oráculos, la Astrología juega un papel análogo al que desempeña la matemática dentro de las Física. Vemos esta interrelación especialmente en la Magia Ceremonial, en el uso de las horas astrológicas y de atribuciones planetarias y zodiacales en sus actividades, así como en la conveniencia de determinados eventos astrológicos para ciertas prácticas dentro de ésta, y muy especialmente en la Magia Talismánica. Y dentro de la Magia Natural, el simple hecho de orientarse por el cambio de fase lunar para los trabajos mágicos y rituales, ya le da una noción astrológica a la misma. Sin contar las correspondencias que hace la Magia Natural moderna entre hierbas, gemas, flores y minerales con determinados planetas y signos zodiacales, correspondencias que popularizó Scott Cunningham (1956-1993) en sus escritos.


Y en el mundo de los oráculos, la influencia e importancia de la Astrología es más que redundante. Sistemas como el Tarot,  resumen en sus Arcanos gran parte del conocimiento astrológico (de hecho el Tarot es definido también como una Astrología abreviada), y artes como la Quiromancia hacen también una asociación entre determinados planetas y ciertos “montes” y “llanos” de la palma de la mano. Igualmente los arquetipos astrológicos se encuentran sintetizados en dígitos dentro de la Numerología, y los arquetipos zodiacales y planetarios encuentran también correspondencia en determinadas zonas del cuerpo en muchas artes de sanación, y paremos de contar.

Grande ha sido el aporte de la Astrología, no sólo dentro del mundo del Ocultismo y de la Magia, sino también a las ciencias formales y reconocidas, tales como la astronomía y la química (la alquimia, precursora de la química, ha estado siempre igualmente relacionada con la Astrología y ha hecho uso de ésta).


Recordemos pues, en este día, a todo este legado ancestral del que somos partícipes los que estudiamos los saberes de la Astrología, que hoy está representado en esas tres figuras míticas, esos tres Magos y Astrólogos que encarnan todo ese saber, antiguo y Arcano, desde sus orígenes.


Fuentes:

http://www.lr21.com.uy/cultura/1152200-los-reyes-magos-y-su-verdadera-historia